NENÚFAR

Has salido, cual nenúfar olvidado,

De una charca, otrora bello estanque,

Consiguiendo que, de mi alma, arranque

El rencor que, en ella, había, al fin, guardado.

Has llegado, cual rayo lujurioso,

A remover mis sentidos más secretos,

Dejándolos, de tu imagen, bien repletos,

Sumidos en un baile licencioso.

Oh!, tu aroma, tu caminar, qué hermoso!

Te dejas llevar, cual ninfa loca,

Exhalando mil amores por tu boca,

Haciendo mi retorno doloroso.

Y es que, sabes, has dejado en mí tal poso

Que, si fueras flor, te cortaría

Para llevarte conmigo a mi alquería

Y admirar siempre un talle tan gracioso.

Desgraciado de mí, qué venturoso

Si estrecharte entre mis brazos yo pudiera...

Mas no quiero, nunca más, mi amor te hiera,

Tu corazón bien merece de un reposo.

Greco