LLORA UNA FLOR

Nunca supe cómo llora una flor.
La otra tarde, pasando a tu vera,
Me di cuenta habías perdido la color,
Cual si todo tu rostro nieve fuera.

No quisiste decirme la razón
Por no ver mi corazón más afligido,
Pero todo convirtiose en desazón,
Al notar cómo tu alma habían herido.

No has salvado ni una brizna de tu amor,
Lo largaste sin temor y sin mesura.
Ahora sientes la falta de calor
Derrochado en tus noches de locura.

Esperándote yo estuve, sin rubor,
Intentando hacerte ver que sí te amaba.
Me causaste un inmenso sinsabor,
Cuando vi que siempre tú me rechazabas.

Ahora sí, te veo llorando, cual la flor
Hollada, en mil caminos sin fortuna.
Ya no queda en ti vestigio de candor,
Lo perdiste de una forma inoportuna.

Greco