LA FLOR
Yo encontré una flor que lloraba, cautiva entre mil abrojos, a la orilla del camino.
Era bonita y graciosa, delicada, gentil, era preciosa.
Yo ví el aroma en sus ojos, pugnando impotente por salir de entre la reseca maraña que la asfixiaba.
Mi cuerpo vibró con su desdicha. Presto, intenté con mis manos ásperas, arrancar de raiz aquellos tallos que crecían, altivos, a su alrededor.
En mi ceguera, no reparé en que la flor había tornado su mirada, en un principio triste, por otra de amor y agradecimiento infinitos.
Mi labor continuó por un tiempo inutil.
Cuando, al fin, dejé limpio su camino, me di cuenta de que la flor no respiraba. Sus ojos ya no despedían aroma y, entre mis duras manos, se perdieron sus hojas rotas.
Mi vida fué más triste desde entonces.
Mis manos no sirven para acariciar una flor.
Greco
Era bonita y graciosa, delicada, gentil, era preciosa.
Yo ví el aroma en sus ojos, pugnando impotente por salir de entre la reseca maraña que la asfixiaba.
Mi cuerpo vibró con su desdicha. Presto, intenté con mis manos ásperas, arrancar de raiz aquellos tallos que crecían, altivos, a su alrededor.
En mi ceguera, no reparé en que la flor había tornado su mirada, en un principio triste, por otra de amor y agradecimiento infinitos.
Mi labor continuó por un tiempo inutil.
Cuando, al fin, dejé limpio su camino, me di cuenta de que la flor no respiraba. Sus ojos ya no despedían aroma y, entre mis duras manos, se perdieron sus hojas rotas.
Mi vida fué más triste desde entonces.
Mis manos no sirven para acariciar una flor.
Greco
4 Comments:
At 4:05 p. m., Helen-Tan sólo mírame... said…
Pero la ayudó. Un beso!
At 9:06 a. m., Greco said…
Sigo pensando que mis manos no sirven para acariciar una flor. Posiblemente, por eso, me esté prohibido el mirarlas...
Será un castigo?
Un beso
At 12:03 a. m., Helen-Tan sólo mírame... said…
No creo que estén hechas sólo para mirarse, entonces como se mantiene cultivada??? Y el castigo Greco es que tú mismo te pones barreras para hacerlo, quien dice que no vamos a herir? no lo sabemos, hay que aventarnos, haber qué pasa.
At 9:07 p. m., Greco said…
Gracias, MAZO.
Cómo sabes que soy tan manazas?
Sabes?, llevas muchísima razón, no soy el hombre del saco para asustar niños.
Gracias por quererme!
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