CUANDO TE MIRO

Cuando te miro en silencio,

No miro tus ojos solamente,

Te estoy desnudando el alma,

Amándote de la forma más ardiente.

Cuando, en siencio, te observo,

Veo tu rostro anhelante,

Suplicando una caricia, enloquecido,

En este mundo delirante.

Cuando, en la noche, te sueño,

Te visto, mi alma, de colores.

Te envidian las estrellas,

Despides el aroma de mil flores.

Cuando la luna se oculta

Y aparece por oriente,

Brinca mi alma de gozo

Por ver a mi sol naciente.

Cuando, cansado y herido,

No pueda, mi vida, verte,

Piensa que, aunque haya marchado,

No dejaré de quererte.

Greco

QUIÉN?

Eres un poema nunca escrito,

Producto de un amor inacabado,

Perdido entre páginas sin vida,

Llevadas por un viento incontrolado.

Eres pena que vaga sin destino,

Recuerdo de otro tiempo ya acabado.

Arrastras dolor por donde pasas,

Un día, hasta que amaste, has olvidado.

Desdeñas la ayuda y el consuelo

Que otro amor, solitario, te ha brindado.

Qué esperas encontrarte en el camino

Sin que nadie lo recorra ya a tu lado?

Tú creíste en los cantos de sirena

Cuando estabas, por amor, desesperado.

Por eso, encallaste entre las rocas

De este mundo de pasiones anegado.

Suelta lastre si es que quieres navegar.

Olvida cómo el tiempo te ha tratado.

Iza velas, recoge buenos vientos,

Quizá encuentres un amor recuperado.

Greco

EL MALETILLA

Cabalgando en un lucero

Por los campos de Castilla,

Soñando en tabaco y oro,

Se perfila el maletilla.

Pasa por surcos de hambre,

Por eras de olor a trilla,

Por manantiales de espliego,

Por oropel que no brilla.

Pensando en lunas de tienta,

Se ha dormido el maletilla.

Mañana buscará al toro

Que lo espera en la otra orilla.

La madre quedó llorando,

Reza por su maletilla.

Ve los cuernos de ese toro

Convertidos en cuchillas.

Mañana ya será tarde

En los campos de Castilla.

Tocad, campanas, a duelo,

Habrá muerto el maletilla.

Greco

DUERME

Estás durmiendo, mi niña.

Mi alma te está velando.

No quiere nada te inquiete

Mientras la sigas soñando.

Estás jugando en el aire,

Con un lucero bailando.

Tus ojitos, aún cerrados,

En la noche, están brillando.

Estás, mi niña, dormida,

La luna te está cuidando,

Mientras unos labios tiernos

Tu mejilla están besando.

Duerme tranquila, mi amor,

No ves?, te estoy arrullando.

Cada suspiro que exhalas

En mi alma, está quedando.

Mañana, cuando despiertes,

Si no me ves a tu lado,

Piensa no ha sido por gusto,

Con el día, habré marchado.

Greco

ANGEL

Me cuentan de un ángel que lloraba

Por no poder dormir con su lucero.

Por mucho que el ángel lo llamaba,

Se escondía, tras la luna, más ligero.

Me dicen que una noche, silencioso,

El ángel, ya cansado, sin aliento,

En lo alto de un cuerno de la luna,

Por más ver, se atrevió a tomar asiento.

Por qué huyes de mí, gritó al lucero?

Qué me escondes, si puedo yo saberlo?

Nada escondo, mi ángel, tú bien sabes,

Es muy triste para mí tu amor perderlo.

Pero el sol no me deja que te ame,

No quiere nos amemos en las noches,

Me tiene amarrado aquí, a la luna,

Cubierto de dolor y de reproches.

No temas, mi lucero, sé esperarte.

Vendré cuando el sol tape a la luna.

Romperé tus cadenas con mi amor,

Viviremos nuestras noches, una a una.

Greco

SINSABORES

No tengo prisa porque salgas de tu mundo,

Solo quiero que veas lo que es cierto,

Que, apostando por un camino fácil,

Acabaste con el corazón muerto.

Y no es que me extrañe en absoluto

Que vayas por un camino incierto.

Es que nunca habías ensayado,

De tus torpes sinsabores, el concierto.

Pasaste por el portón de mi alma,

Lo encontraste, bien lo sabes, siempre abierto,

No quisiste traspasar nunca su umbral,

Por estar, según tú, de amor desierto.

Es seguro que un día sí lo hubo,

Lo planté con cariño primoroso,

Lo cuidé, cada instante, con mis besos,

Cuando yo lo dejé, estaba precioso.

Fuiste tú quien dejaste de mimarlo,

De regarlo, como habías prometido,

De evitar que secara de ilusiones,

De luchar por no darlo por perdido.

Greco

TRISTE MIRADA

He visto la tristeza en tu mirada,
Total, porque algún cabo te ha fallado.
Te das cuenta, a lo largo de tu vida,
Cuántos cabos, en tu amor, has encontrado?

Y no quiero que pienses, por mi parte,
Pretenda entrometerme en tu pasado,
Mas seguro que es más lo que recibiste
Que lo que, ahora, un pazguato ha llevado.

Que estés triste, pienso, no vale la pena,
Mucho menos por aquel que te ha engañado.
Mira al sol, te acaricia día a día,
Pero quiere ver tu rostro iluminado.

Si creiste haber perdido un gran cariño,
Déjalo que, muy libre, haya marchado,
Demostrando que ese amor no te conviene,
Que nació ya podrido y marchitado.

Aún te queda mucha vida por delante.
Tu camino ya lo tienes bien trazado.
Verás que, en tu caminar herrante,
Otro amor, cualquier día, está a tu lado.

Greco

LA RETIRADA

Hoy no tengo más ganas de escribir.
No tengo la cabeza muy centrada.
No sé si la tengo o está ahí,
Pendiente de tu amor, de tu mirada.

Quisiera y no puedo en mí pensar,
En mis noches, en mis días, mi mañana.
Y luego, me pregunto para qué
Complicarme a esta hora tan temprana...

Hoy tu imagen se torna muy borrosa,
Cual borrosa se torna mi esperanza
De que, un día, me ames sólo a mí,
Retomando, de mi amor, la confianza.

Para ti, ya lo sé, es imposible.
Es pedirte demasiado, vida mía.
Tú verás lo que haces con mi alma
Que, tan solo, por tu amor, porfía.

Si decides que mi tiempo ya es pasado,
Silencioso, asumiré mi retirada,
Sabiendo que te quedas convencida
De no haber, nunca, sido tan amada.

Greco

FELIZ AMANECER

Hoy amanecí feliz.
Sé que te volveré a ver.
Por dónde vendrás, mi niña,
Me gustaría saber.

Hasta el sol cierra sus ojos,
Le ciega tu resplandor,
Agreste, como las flores,
Cálido como el amor.

Cuando me veas, sonríe,
Quiero ver la primavera
Aprisionada en tus ojos,
Inalcanzable quimera.

Hoy te volveré a sentir,
Como aquella vez primera
Que, al acariciar tu rostro,
Me rogaste te quisiera.

Te acuerdas de aquel momento?
Recuerdas mi primer beso?
Allí empezó nuestro amor,
Allí, loco, perdí el seso.

Seso que, una vez perdido,
Nunca ya he recuperado
Porque te sigo queriendo,
Porque yo, siempre, te he amado.

Greco

LA VIDA

Tú sabes lo que se siente
Cuando ves correr el río,
Sabiendo pierde sus aguas
Sin regar en el baldío?

Cómo se marcha la vida
Sin haberte conseguido...
A dónde van los amores
Una vez que se han perdido?

Los llevará, quizá el aire?
Volarán en un suspiro,
Emanado de unos labios
Hechos de plata y zafiro?

Cómo mueren los quereres!
Cómo se los lleva el río,
Ese que pierde sus aguas
Remontando su bajío...

Qué triste el corazón queda
Cuando ve que lo sufrido,
En la nada se ha quedado,
Que para nada ha servido...

Greco

ESPERANDO

Esperando a la salida del sol,
Me embriago de aromas y colores.
Veo, en el horizonte, aparecer
Tu carita, adornada con mil flores.

Es momento de alegría y de placer,
Mi alma se transforma de alegría.
Qué bonito sería mi vivir
Viéndote amanecer día, tras día.

Esperándote a la orilla de la mar,
Te busco entre la espuma de las olas.
Una sirena me viene a susurrar
Que estás muy triste porque vives sola.

No quieres, con la brisa, aparecer.
Tienes miedo, quizá, de la galerna,
De los falsos halagos, del engaño,
De la llamada de una noche eterna.

Esperándote al pie de la montaña,
Te veo bajar por la ladera.
Me traes margaritas y amapolas,
Esperando que yo, siempre, te quiera.

Greco

TU RESCOLDO

He bajado, de nuevo, a nuestro río,
aquel que presenció nuestros amores,
Recuerdas, cuando todo era posible,
Hoy vuelvo sin dolor ni resquemores.

Todo sigue igual que lo vivimos,
Las mismas piedras, los pájaros, las flores.
Hasta siento cómo rondas en el aire,
Pintándolo de luces y colores.

Qué momentos tan hermosos conocimos.
Cómo eran tus ojitos soñadores.
No podíamos pensar que todo aquello
Tornárase en tristeza y sinsabores.

Pero el tiempo no perdona, ya lo sabes.
Por entonces, qué podía yo ofrecerte?
Solo besos, caricias, arrumacos,
Pobre bagaje para poseerte.

Mas la llama de tu amor en mí quedó.
Con los años, ningún viento la ha apagado.
Yo no sé, en tu largo caminar,
Si, en tu alma, algún rescoldo habrá quedado.

Greco

DOS AMORES

Por qué has tenido que llegar sin avisar,
Sumiéndome en un torpe desconcierto?
Ahora marchas y me dejas sin saber
Si estoy vivo, soñándote o despierto.

Si despierto, no sé qué encontraré,
Es posible que, al final, no encuentre nada,
Tan solo un cúmulo de tristeza
En un alma anodina y desolada.

Por qué has venido sin llegar a controlar
El efecto que tu amor me causaría?
Yo tenía un amor que me llenaba,
Ahora tengo, entre los dos, una porfía.

Si te quiero, no tengo más que amar
A quien, ahora, mi vida había llenado.
No sé qué es lo que tú pudieras darme
Que mi alma no hubiese ya encontrado.

Dime, entonces, qué puedo yo ofrecerte?
Conmigo, bien seguro, has de llorar.
No deseo jugar con tu cariño,
Es muy duro, despues, volver a amar.

Greco

TAN LEJOS

Por qué marchaste tan lejos
Dejándome solo y triste?
Intenté que te quedaras,
Pero, loca tú, te fuiste.

Yo quedo aquí, suspirando,
Por algo que ni existe,
Por un amor siempre incierto
Que, a duras penas, subsiste.

Por qué te fuiste de mí
Sin llevarte tan siquiera
Un pedacito de mi alma,
Una voz que oir pudieras?

No sé ya si vlverás,
Pero nada igual será.
Tu amor es tan solo un hilo
Que el tiempo, si, romperá.

Greco

FLOR SILVESTRE

A la montaña subí,
Una flor me sonrió.
En sus pétalos, tu rostro,
Yo lo vi, se reflejó.

Cuando la quise llevar,
Suspirando, me imploró
Que la dejase allí sola
Porque su amor ya murió.

Si conmigo no vinieres,
Aquí me quedara yo.
Sola, no dejo te quedes,
Tu dolor ya terminó.

Hablome con voz muy queda,
Hablome su corazón.
Mi vida no vale nada,
Un mal viento la quebró.

Olvida ya ese mal día,
El sol, de nuevo, salió.
No me dejó terminar,
Sonriéndome, expiró.

Greco

EN LA SOMBRA

Estás en la sombra, amor

Y tu amor me quita el sueño.

Ando perdido en la vida,

Intentando ser tu dueño.

De nada sirve te diga

Que me afano con empeño.

Tú me miras displicente,

Sonríes, frunces el ceño.

Te vas por otro camino

Por el que, andar, yo no puedo.

Te veo marchar, muy triste,

Solitario, yo me quedo.

Es que tu amor es de sombra,

El mío, de luz y vida.

El tuyo va haciendo sangre,

El mío, curando heridas.

Estás tan lejos de mí

Que sólo soñarte espero,

Que nunca podrás saber

Que, aún en la sombra, te quiero!

Greco

CUANDO ME HAYA ÍDO

Cuando me haya ído,
No me llores,
No me digas misas,
No me lleves flores.

Cuando haya marchado,
Solo piensa un poco,
Se muríó un amor
Por ti, loco.

Cuando, al fin, me lleven,
Suene el pandero
Avisando que llego
A lugar duradero.

Yo no quiero tierra,
Mejor crematorio.
Tiren mis cenizas
Por un promontorio.

Y, si alguien pidiera
Un recordatorio,
Dile que no hay muerto,
Ni hay velatorio.

Cuando quedes sola,
Piensa que te he amado.
No me voy, me llevan,
Al final, callado.

Greco

MADRE

Cuántas noches has pasado a mi vera,
Velando tú mis sueños con amor.
Cuántas veces has llorado en silencio,
Como llora, al cortarla, una flor.

Hoy que el tiempo tu frente orlar pretende,
Con mil hilos de plata y algodón,
No hay riqueza que pagar, madre, pudiera
La pureza de tu hermoso corazón.

Ya lo sé que tan solo sabes dar,
Que no aceptas más regalo que el cariño
De aquel ser que, salido de tu vientre,
Tú verás, aunque crezca, siempre niño.

Hoy que solo tu recuerdo aún me queda
Porque el tiempo tus afanes ha llevado,
Cada noche me rodeas con tus brazos,
Avivando el amor que, en mí, has dejado.

No me dejes de tu mano nunca, madre.
Es tu amor el mayor bien recibido.
Déjame que me apoye en tu regazo,
Que me sienta, por tu sombra, protegido.

Greco